Crisis institucional en el Sevilla

Todos los caminos conducen al regreso de Del Nido en Sevilla

José María Del Nido
Del Nido en una rueda de prensa (AFP)

Jose María Del Nido Benavente quiere volver a ser presidente del Sevilla. Cuanto antes mejor. «Si puede ser mañana, de lujo», admiten sus allegados. Legalmente puede serlo desde el pasado 3 de marzo. Tiempo al tiempo porque como se suele decir, todos los caminos conducen a Roma. Pero en este caso todos los caminos conducen a Del Nido.

La decadencia deportiva, el gran enfado de la afición, la destitución de Julen Lopetegui y la pérdida de credibilidad de Pepe Castro como presidente vuelven a acercar al mítico presidente al lugar donde ganó dos Copas de la UEFA, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España.

Del Nido quiere convertirse en presidente y arreglar la horrible situación del Sevilla lo antes posible. Y legalmente puede serlo desde hace algún tiempo. Los acontecimientos se podrían precipitar si las cosas no funcionan en lo deportivo en las próximas fechas. La guerra civil en el Sevilla es total con un ambiente de crispación que no se veía en décadas. Incluso dentro de la familia Del Nido hay discrepancias que a día de hoy parecen irreconciliables.

El club está dividido en clanes con los del Nido siendo la fuerza predominante, aunque por poca distancia con los Castro. En mitad de todo apareció la empresa de capital riesgo norteamericana 777 Partners, quien se ha hecho con una parte pequeña del accionariado en torno al 12% y que puede decantar la balanza en caso de divorcio entre las dos grandes familias.

Actualmente, los del Nido y los Castro están en sintonía porque Jose María Jr. apoya a Pepe Castro, mientras que su padre no. Este escenario podría cambiar cuando se resuelva la actual disputa en los Juzgados Mercantiles por el control del paquete accionarial entre padre e hijo.

Insostenible

Y en este escenario, la afición ya no aguanta más. Frente al Dortmund, con 0-3 en el marcador, varios aficionados abandonaban el Sánchez Pizjuán al descanso. Enfadados, hartos e incapaces de soportar esta situación, la decadencia deportiva del Sevilla es preocupante y Del Nido no puede estar ajeno a esta situación. Quiere arreglarlo.

Pero la decadencia y los problemas del Sevilla no son solamente deportivos. También institucionales. «Este año vamos a quedar el catorce y nos vamos a bajar la bragueta, como tenemos 150 o 200 millones ahí guardados… El año que viene vamos a hacer un equipo nuevo. El problema es que estamos en la Liga de Campeones, que hemos perdido tres años seguidos dinero, que no hay dinero para Navidades y que el año que viene Dios dará y la Virgen proveerá», afirmaba José María del Nido en un audio que ha corrido como la pólvora entre los sevillistas.

Pepe Castro ya no posee ninguna credibilidad en la afición, que ha explotado contra el palco varias veces esta temporada. De hecho, actualmente, el máximo culpable para el sevillismo es el presidente. Y se vio el pasado miércoles en Nervión, con las ovaciones a Monchi y al destituido Lopetegui, junto a los cánticos contra Castro.

La afición lo está dejando muy claro. Si la etapa Sampaoli no sale bien, la siguiente cabeza que se cobrarán será la de Pepe Castro. Aunque el poder lo tienen las acciones, y no la afición, el ambiente puede convertirse en irrespirable para el mandatario. Será en ese momento cuando Del Nido esté preparado para volver donde todo el mundo le reclama.

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